Se estaba haciendo esperar, pero la espera, seguro que merecerá la pena. Han sido tres años largos desde que la Banda se metiera por última vez en el estudio.
Hoy, a la luz de la lámpara de mesa de una habitación cualquiera del Motel Forever, el humo de un cigarro consumiéndose dibuja la silueta de una jóven, mantis de cantina, insinuante, danza serpenteante, cuyos labios, próximos al oído del Capitán Tormenta, susurran: "¡Vagos!, ¡ya iba siendo hora!". "¡Dale al Rec y al Play!" - ruge el Capitán Tormenta. Pronto, muy pronto, desde el Motel Forever..."Perdón on the Rocks".